viernes, 15 de junio de 2007

HISTORIA DEL TREN EN VALPARAÍSO


Para entender e involucrarnos en la historia del tren en Valparaíso debemos saber como se inicio con una breve reseña histórica.
En 1849, William Weelwright, ganó la concesión para la construcción del ferrocarril Santiago – Valparaíso, otorgada por el congreso nacional. El ingeniero estadounidense Allan Campbel, estudio diversas alternativas con un extenso y minucioso estudio se decidió que el ferrocarril debía ir por Quillota.
Las obras avanzaron lentamente desde el sector Barón en Valparaíso, donde estaba ubicada la estación terminal, el desconocimiento de las técnicas de construcción del ferrocarril hizo caer a la empresa en grandes pérdidas.
Al llegar a Quillota la empresa tuvo que suspender sus actividades por falta de capital, la solución fue la compra por parte del estado en 1859, decreto dictado por el presidente Manuel Montt, donde para la terminación de las obras se contrata a Henry Meiggs.
En 1863 en la ciudad de Llay –Llay se encuentran simultáneamente dos trenes que partieron desde la estación Alameda En Santiago y Barón de Valparaíso, Henry Meiggs entrega oficialmente el ferrocarril al presidente José Joaquín Prieto.
En 1924, comienza la tracción eléctrica para los ferrocarriles de nuestro país, lo que genera una reducción en los tiempos de viaje y en los gastos operativos y se produce una mejora de la productividad de los equipos.
En 1960 se adquieren automotoras italianas reduciendo el viaje en 2 horas y 40 minutos en el trayecto Santiago - Valparaíso llegando a ser el tren as moderno y elegante de América latina y en 1973 se adquieren 5 automotores Japoneses।




DECADENCIA:

A fines de 1960 se suspenden las locomotoras y se remplazan por automotores suburbanos, automotores poco apropiados para viajes tan largos. Esto acarrea que las personas con mayores ingresos comiencen a trasladarse en autos, taxis o buses, dejando el tren para pasajeros más modestos. En 1986 se produce el accidente de Queronque que dejo como saldo 50 muertos y provocó la suspensión del servicio.
En 1987 se clausura la estación Mapocho, por la remodelación frustrada de está, este hecho sepulto al ferrocarril.

En 1991, la empresa Merval trata de hacer circular nuevamente a los trenes entre Valparaíso y Santiago, llegando a la estación Alameda, este servicio no prospero y así concluyó uno de los capítulos más bellos de os ferrocarriles chilenos, fueron 124 años de servicio interrumpido trasladando personas entre el puerto principal y la capital e nuestro país.

En la actualidad Merval hace su recorrido diariamente entre Valparaíso y Limache, trasladando a miles de personas y conservando lo que un día fue el apogeo de la modernización de chile.